Cómo llegó a Alemania el hormigón FASERFIX

 ¿Qué tiene que ver una motocicleta italiana con HAURATON?
En 1963, siete años después de constituirse la empresa, el fundador de HAURATON, Karl Hauger, descubrió un nuevo cemento italiano con unas propiedades fabulosas. Este cemento permitiría reforzar el hormigón con fibras y lograr niveles de solidez desconocidos hasta el momento.

De un salto, se lanzó al coche de la empresa, un DKW Master Class, para comprar una muestra del nuevo cemento en Livorno y realizar pruebas. Por desgracia, el DKW no pudo soportar el agotador viaje a Italia y dejó de funcionar, con importantes daños en el motor. No había ningún taller en Italia capaz de reparar el DKW, de modo que, con el dinero en efectivo de que disponía, 320 marcos, la moneda de aquel momento, Karl Hauger compró una popular Moto Guzzi Cardellino. Cargado con 25 kg de cemento, en 3 días volvió a Rastatt por el Paso de montaña de San Gotardo.

Las pruebas inmediatas con el nuevo cemento, en efecto, confirmó sus propiedades revolucionarias. En ese momento nació la línea de productos FASERFIX. Karl Hauger no descansó hasta dos años más tarde, cuando pudo comprar este cemento a un fabricante alemán muy conocido, ya que el transporte desde Italia hasta Alemania era demasiado caro. En aquel momento no existía el Túnel de San Gotardo.

Hasta el día de hoy, la excelente calidad de los productos de hormigón HAURATON se basa en este cemento, que se transportó por primera vez gracias a aquella aventura. Por eso, aquella motocicleta italiana sigue disfrutando de un puesto honorífico en el Centro de atención al cliente de HAURATON.